La Ciudad lanzó una licitación pública para contratar un servicio de consultoría destinado al análisis estructural e hidráulico del emisario principal del Arroyo Maldonado. El estudio, que demandará nueve meses de trabajo, incluirá inspecciones televisivas robotizadas, escaneo 3D y la cuantificación de sedimentos.
El presupuesto oficial asciende a $1.151.900.000 y el plazo previsto para la ejecución de la consultoría es de nueve meses, contados a partir del perfeccionamiento de la orden de compra.
La iniciativa responde a la necesidad de contar con un diagnóstico exhaustivo del estado de conservación de la principal infraestructura pluvial de la Ciudad, a fin de proyectar futuras intervenciones que aseguren la seguridad estructural y la eficiencia hidráulica del sistema.
El Arroyo Maldonado conforma una de las cuencas más extensas y críticas del sistema pluvial metropolitano. Se extiende por 9.701 hectáreas, de las cuales 5.118 ha corresponden a la Ciudad de Buenos Aires y 4.583 ha a la Provincia de Buenos Aires, abarcando los partidos de Tres de Febrero, Morón y La Matanza.
En su ingreso a la Capital, a la altura de Av. Juan B. Justo y la Autopista General Paz, el arroyo se encuentra completamente entubado. Desde allí, recorre aproximadamente 14,9 km en dirección sudoeste–noreste, siguiendo el eje de la Av. Juan B. Justo hasta Av. Santa Fe, continuando luego bajo la Av. Intendente Bullrich, bordeando el Hipódromo de Palermo, la Av. Dorrego y el Aeroparque Jorge Newbery, hasta desembocar en el Río de la Plata.
El emisario principal presenta un entubado de hormigón armado, con una altura media de 3,6 metros, un ancho variable de entre 15 y 18,2 metros y múltiples cámaras de inspección distribuidas a lo largo de su recorrido.
La consultoría deberá realizar un conjunto de estudios complementarios, integrando información topográfica, televisiva y tridimensional, a fin de confeccionar un diagnóstico integral del conducto. Entre las tareas especificadas en el pliego se destacan:
Relevamiento topográfico inicial: identificación y georreferenciación con GPS de todas las tapas de bocas de registro y cámaras de inspección, utilizando el sistema de coordenadas POSGAR 2007 – Argentina Faja 6, para volcar la información en el Sistema de Información Geográfica (SIG) del GCBA.
Inspección televisiva: registro fílmico de la totalidad de los tramos entubados mediante cámaras autopropulsadas robotizadas montadas sobre carros de arrastre con capacidad de avance, retroceso, rotación de 360°, zoom e iluminación. Estos equipos deberán tener un alcance superior a 500 metros lineales para cubrir la distancia entre accesos.
En los tramos donde las dimensiones lo requieran, se permitirá la filmación manual, con personal especializado que ingrese físicamente al conducto con equipos de inspección portátiles.
Relevamiento con escáner 3D: escaneo integral del emisario para obtener modelos tridimensionales precisos, con referencia a las coordenadas del IGN (Instituto Geográfico Nacional), que permitan detallar dimensiones de celdas, cámaras, acometidas y estructuras auxiliares.
Medición de sedimentos: cuantificación del volumen de material depositado dentro del emisario, para evaluar su impacto en la capacidad hidráulica y proyectar eventuales tareas de limpieza o extracción.
Relevamiento estructural: diagnóstico del estado del hormigón armado, considerando los posibles efectos corrosivos de efluentes cloacales e industriales, así como la acción erosiva de las aguas pluviales y sedimentos arrastrados.
Al término de los estudios, la consultora adjudicataria deberá entregar un Informe de Diagnóstico que incluya la descripción detallada de las anomalías detectadas y un conjunto de propuestas de remediación conceptual.
Posteriormente, se deberá elaborar la documentación licitatoria para futuras obras correctivas, lo que implicará: Pliegos de especificaciones técnicas, Memorias descriptivas, Planos de proyecto y Presupuestos estimativos.
Estos documentos permitirán al Gobierno porteño convocar una licitación específica para la ejecución de las obras necesarias, con el objetivo de garantizar la seguridad estructural del emisario y el correcto drenaje de la cuenca.
El plazo total de ejecución se fija en nueve meses. Durante ese período, la consultora deberá mantener reuniones periódicas cada quince días con la Dirección General de Proyectos (DGPRO), a fin de validar los avances y resultados intermedios.
El plan de pagos estará vinculado a la entrega de informes parciales y al cumplimiento de las etapas previstas en el pliego, garantizando el control y la revisión técnica por parte del organismo comitente.