La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días confirmó la construcción de un templo en el predio lindante al convento de Santa Catalina de Siena delimitado por las calles Córdoba, Viamonte y Reconquista.
Oficialmente, la congregación señaló que destinará un 60% del terreno a un espacio abierto al público con una plaza verde de 3.625 metros cuadrados.
Precisaron que el proyecto "se encuentra actualmente en proceso de revisión por parte de las autoridades locales" y que contemplará estacionamientos subterráneos "considerando todos los requerimientos arqueológicos indicados".
A través de un comunicado, dieron detalles de lo que harán en el predio: "La nueva plaza será un valioso pulmón para la zona, aportando un entorno sereno y natural al microcentro porteño que complementará áreas emblemáticas como la Plaza San Martin y Plaza Roma. Se prevé que el nuevo templo no solo será un lugar de fe, sino también un oasis en medio del ritmo acelerado de la ciudad.
El diseño arquitectónico, a cargo de una firma de arquitectos local, combina elementos contemporáneos con inspiración en el art déco y el racionalismo porteño, respetando la identidad visual del entorno y revalorizando su patrimonio".
A inicios de mayo, a organización Basta de Demoler volvió a presentar en la Legislatura porteña el proyecto para expropiar el predio lindante al que ocupan la Iglesia y el Monasterio de Santa Catalina en el barrio de San Nicolás para crear allí una nueva plaza.
La iniciativa, que ya fue ingresada en anteriores oportunidades en el Parlamento sin lograr un análisis de parte de los diputados, contempla la “declaración de utilidad pública y sujeto a expropiación al inmueble ubicado en la Avenida Córdoba 402 a 444, esquina Reconquista 702 a 790, esquina Viamonte 409 a 445, de la Ciudad”.
Plantea, a su vez, que el espacio afectado -en el que funcionó un estacionamiento para autos hasta hace pocos años- sea afectado a una zonificación Urbanización Parque (UP) para que allí pueda construirse una “nueva plaza pública”.
Y propone que “el diseño y las obras para la realización de la plaza deberán ajustarse a criterios” que garanticen “la protección del patrimonio de la ciudad, según la normativa del APH 51, en los materiales y procesos constructivos y en la gestión posterior”.
Además, la generación de un mínimo del 80 % de su superficie como espacio parquizado, verde y absorbente; la incorporación de especies de arbolado de porte, proveedoras de sombra; la compatibilidad de los solados, las veredas perimetrales, y el mobiliario urbano con el Monasterio de Santa Catalina y la garantía de la debida señalización, iluminación, mantenimiento y conservación del nuevo espacio público.
El lugar fue vendido a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida informalmente como Iglesia mormona, para la construcción de un templo en la ciudad de Buenos Aires que se sumará al que tienen en Ciudad Evita, a un costado de la autopista Ricchieri.
El terreno elegido para la nueva sede de la congregación mormona forma parte de un Área de Protección Histórica del microcentro porteño, al igual que las dos construcciones vecinas -el monasterio y la iglesia de Santa Catalina- que datan de 1745 y que fueron declaradas como Monumento Histórico Nacional.
Desde hace décadas, el lote es foco de atención tanto del grupo vecinal del convento, así como también de organizaciones dedicadas a la preservación, como Basta de Demoler, por su "reconocido valor patrimonial" vinculado a la época colonial, pero también por la existencia de informes que aseguran que allí hay restos arqueológicos que deben protegerse.
“Gracias a un amparo presentado en 2011 por Basta de Demoler se evitó la construcción de una torre. Finalmente, en 2016 el Tribunal Superior de Justicia confirmó la prohibición de construir en una altura superior al monasterio en ese lugar. Desde entonces, se presentaron proyectos para ser tratados en la Legislatura para incorporar una plaza en uno de los barrios con menor superficie verde por habitante”, remarcaron desde Basta de Demoler.
Y precisaron su proyecto: “Una plaza verde y arbolada permitirá mejorar las condiciones de preservación y asoleamiento del Monasterio, dará valor este Monumento Histórico Nacional generando un entorno visual adecuado y mejorará las condiciones de vida del microcentro, en proceso de transformación para incorporar mayor uso de vivienda”.
La plaza se ubicará en el terreno donde antiguamente se encontraba la huerta del monasterio y un cementerio de monjas y esclavos, restituyendo así un espacio de gran valor histórico para la ciudad. También contribuirá a mitigar los efectos de Isla de Calor y la infiltración en su suelo absorbente, en el contexto de Cambio Climático.