El Consejo de Planeamiento Estratégico presentó en la Legislatura un proyecto que busca la “protección de la infraestructura, sus archivos y las vías de la ciudad por las que circularon los tranvías eléctricos”.
Para ello, la propuesta contempla la declaración “de Interés Histórico e integrantes del Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sujetas a protección a la infraestructura y los tramos de vías tranviarias que se encuentran a la vista en diversos barrios, y que son ya su propia identidad”.
También, al sector de vías tranviarias establecido en la Avenida Las Heras, en el tramo comprendido entre Coronel Díaz y la Plaza Italia. Y las vías tranviarias que aún existen en la ciudad, que en caso de realizarse obras que impliquen su retiro definitivo, puedan ser rescatadas para preservación o futuras reutilizaciones.
Y a las vías tranviarias “y toda infraestructura asociada a la circulación del transporte urbano eléctrico, existentes en la ciudad pero que no están a la vista, en calles que han sido repavimentadas, pero cuya enrieladura y demás yacen sepultadas, y en caso de realizarse obras que impliquen su retiro definitivo, puedan ser rescatadas para preservación o futuras reutilizaciones”.
Para poder cumplimentar con lo propuesta, el Consejo dispone la implementación de un “sistema de interconsulta y aviso temprano de obras, en zonas en donde se presuma existencia oculta (bajo asfalto, tierra, etc.) de vías, u otra infraestructura, a fin de adoptar las medidas necesarias tendientes a su recuperación”.
Y de un “lugar de almacenamiento en el cual depositar el material eventualmente rescatado, tratando de ocasionar en las tareas de desmontaje y acarreo los menores daños posibles a dichos materiales”.
En el sector de vías e infraestructura tranviaria establecido en la Avenida Las Heras, en el tramo comprendido entre Coronel Díaz y la Plaza Italia, circuló el primer tranvía eléctrico de la ciudad el 22 de abril de 1897.
Dicho tramo era parte de la línea que se estaba construyendo entre Buenos Aires y Belgrano, que se inauguró en 1898, dando de esta forma, comienzo a la revolución del transporte eléctrico en la ciudad de Buenos Aires.
En abril de 2007, la Asociación Amigos del Tranvía, recreó aquella epopeya del Primer Tranvía Eléctrico, haciendo circular nuevamente una unidad de la Flota del Tranvía Histórico de Caballito llevando miles de pasajeros durante dos fines de semana, en aquel mismo lugar donde 110 años antes se había realizado el ensayo, requiriéndose para ello una simple limpieza de los rieles.
Este tramo totaliza unos 1300 mts. de línea que debería ser protegido y conservado, sólo requiriendo algunas intervenciones puntuales mínimas necesarias para la preservación y puesta en valor de este sector.
Más allá de las mencionadas, también existen vías tranviarias en la ciudad que están a la vista y que en caso de realizarse obras que impliquen su retiro definitivo, pueden ser rescatadas para futuras reutilizaciones.
Asimismo existen vías tranviarias en la ciudad que no están a la vista, en calles que han sido repavimentadas, pero cuya enrieladura yace sepultada, y en caso de realizarse obras que impliquen su retiro definitivo, pueden ser rescatadas para futuras reutilizaciones.
Al mismo tiempo subsisten partes de infraestructura complementaria tales como postes, rosetas, riendas, marquesinas, cajas de acceso, seccionadoras, etc. que conllevan un alto valor histórico en lo referido al transporte eléctrico urbano de la ciudad.
Como clave y soporte de los estudios que llevaron a la construcción de la infraestructura tranviaria, sus vías, infraestructura en general y el material rodante que circulaba por sobre ellas, se ha constatado la existencia de la Planoteca de Subterráneos de Buenos Aires que completa lo necesario para llevar adelante tareas de estudios históricos, consulta, preservación y puesta en valor sobre todo lo mencionado.
Mediante este proyecto se busca la protección de la infraestructura, sus archivos y las vías de la ciudad por las que circularon los tranvías eléctricos declarándolos de Interés Histórico e integrantes del Patrimonio Cultural.
“La preservación del patrimonio histórico es fundamental para proteger y valorar nuestra historia y cultura ciudadana. La gestión adecuada del patrimonio contribuye al fomento de la cultura y el turismo cultural, mientras que su conservación es una forma de preservar la memoria histórica y salvaguardar el patrimonio arquitectónico”, recalcaron desde el Consejo.