La legisladora Claudia Neira presentó un proyecto para declarar de “interés para la promoción Humana y Social de la Ciudad de Buenos Aires al Grupo Scout 32 Santa Rita”, con sede en el barrio Villa Santa Rita, al destacar que “llevan a cabo una tarea crucial en la promoción de una ciudadanía activa, solidaria y comprometida con el bien común”.
“Tras 85 años de trabajo comunitario ininterrumpido, el Grupo Scout 32 sigue desarrollando un papel fundamental en la formación de niños, niñas y jóvenes. De esta forma, a través del aprendizaje de los principios del Movimiento Scout, llevan a cabo una tarea crucial en la promoción de una ciudadanía activa, solidaria y comprometida con el bien común”, señaló la diputada.
La iniciativa indica que “desde su fundación en el año 1940, el grupo Scout 32 ha desarrollado de manera constante y sostenida un espacio educativo no formal basado en el Método Scout, un sistema pedagógico reconocido internacionalmente por su eficiencia en la formación de carácter, la adquisición de habilidades sociales, el liderazgo positivo, el respeto por la naturaleza y la construcción de valores éticos y democráticos”.
“Sustentado en pilares como el juego, la inmersión en la naturaleza, el fomento del trabajo en equipo, el servicio comunitario y la progresión personal, este método ha demostrado ser decisivo en la formación de miles de jóvenes. Como resultado, su impacto social se manifiesta en la creación de líderes comunitarios y profesionales íntegros, demostrando que su trabajo va mucho más allá de las actividades scout: es una contribución tangible a la construcción de una sociedad más responsable y participativa”, agrega.
Y resalta que “como resultado de sus años de servicio, el Grupo Scout 32 Santa Rita cuenta con la participación de miembros de la cuarta generación desde sus fundadores, consolidando un legado intergeneracional que habla del profundo impacto de la institución en la vida de cientos de familias porteñas”.
Asimismo, “en sus más de ocho décadas de labor, la institución ha demostrado ser transparente, ágil y proactiva, llevando adelante una gestión sólida – aún en tiempos de crisis económicas, sociales o sanitarias-. La misma fue posible gracias al compromiso voluntario de adultos educadores que dedican su tiempo a brindar oportunidades de desarrollo a las nuevas generaciones, a través de acciones solidarias, ambientales, comunitarias y educativas”.
“En este sentido, la importancia del Grupo Scout 32 radica en su contribución insustituible a la construcción de un tejido social más cohesionado y socialmente responsable. Al fomentar el liderazgo ético, el servicio desinteresado y la participación activa, la institución no sólo empodera a sus miembros, sino que siembra las semillas de una ciudadanía consciente y dedicada al bienestar colectivo, elementos cruciales para el futuro de nuestra comunidad”, concluye.