Nueve días después de una medida precautelar que ordenó la suspensión del permiso a la demolición del último chalet original del barrio de Parque Chas, la justicia porteña dictó una nueva resolución a través de la cual deja sin efecto el anterior fallo y habilita la obra de remoción del histórico inmueble.
“En mérito a las consideraciones vertidas, textos legales, doctrina y jurisprudencia citados, y de conformidad con lo dictaminado el Ministerio Público Fiscal; RESUELVO: No hacer lugar a la medida cautelar solicitada en la demanda y, en consecuencia, dejar sin efecto la medida precautelar dispuesta en la actuación 5415/25”, indica el fallo firmado por el juez en contencioso, administrativo y tributario 2 en feria Aurelio Ammirato.
De esta manera, el magistrado contradijo lo ordenado el 7 de este mes por María Rosa Cilurzo, quien estuvo a cargo del juzgado en feria la semana anterior a Ammirato y determinó, por entonces, dictaminar una precautelar que frenaba la demolición del chalet situado en el barrio de Parque Chas.
De esta manera, la justicia había hecho lugar a una acción de amparo impulsada por la organización Basta de Demoler y el Observatorio del Derecho a la Ciudad sobre el chalet situado en la esquina de La Pampa y Ávalos.
Según manifestaron, la propiedad es el último chalet que quedaba intacto del proyecto urbano ideado por Vicente Chas hace casi 100 años. En rigor, el inmueble fue adquirido por una inmobiliaria de la zona que tramitó la demolición para levantar allí una nueva construcción que tendrá planta baja y dos pisos.
Desde los últimos días de diciembre, los trabajos de demolición comenzaron y hasta este lunes 6 ya había desaparecido el techo de la casona y parte de las paredes de uno de los laterales que da sobre la calle La Pampa.
Tras la precautelar, los amparistas solicitaron una medida cautelar, lo que fue rechazado esta semana.
Entre los argumentos, Ammirato sostuvo que “Cabe destacar que, dado que toda decisión en materia cautelar es provisoria, la actual denegatoria no significa abrir juicio sobre la procedencia sustancial de la acción; aspecto cuyo examen deberá ser abordado al dictar sentencia definitiva sobre el mérito de la pretensión y la defensa; es decir, una vez agotado el debate y recolectada la totalidad de los elementos de convicción que pudieran ser aportados durante la sustanciación del trámite”.
Poco antes del inicio de la demolición, vecinos de Parque Chas realizaron un “abrazo” en defensa del chalet. Y relataron parte de la historia de aquella construcción.
“Fue en 1925, con el auge europeo de los barrios parque derivados de la idea de ciudad jardín del inglés Howard, que el doctor Vicente Chas logró aprobar en el Concejo Deliberante la Ordenanza que autorizó el trazado laberíntico que lo caracteriza. A partir de ahí, siguiendo los preceptos europeos, realizó en 1926 un loteo sobre el sector norte del barrio con edificaciones a construir con estos parámetros (estableció una serie de exigencias como la de dejar 3 m de jardín al frente, prohibir la construcción de negocios en el interior del barrio, etc.), con una impronta pintoresquista que acentuaba las características residenciales. Ofreció 100 lotes a la venta, en los cuales se construyeron alrededor de 80 chalets. El proyecto era de los arquitectos Zapiola, Acosta y Froio, los mismos que diseñaron y construyeron por esos años numerosos chalets de estilo inglés, muchos de ellos en City Bell para la desarrolladora de José P. Guerrico, creador de la ordenanza de barrios parque en la ciudad de Buenos Aires. Con el correr del tiempo todos los chalets fueron sufriendo modificaciones, salvo el de la esquina de Ávalos y La Pampa. Con una gran visibilidad debido a su ubicación, es el último bastión que nos recuerda ese primer gran loteo. El folleto de propaganda de esa gran venta justamente mostraba el modelo elegido para esa esquina”.
En ese marco, destacaron como “llamativo también tanto apuro del propietario en demoler la construcción, ya que no posee ningún tipo de autorización a construir aún. Apenas se ha presentado una consulta a la Dirección General de Interpretación Urbanística, por ser una urbanización especial (U39), dadas las características del barrio ya mencionadas. Estimamos que quieren borrar toda huella de nuestra memoria para poder así plantar una edificación maciza como las que pululan ya en cualquier barrio de esta ciudad”.