“El reinicio de la obra de la cárcel en Marcos Paz es una respuesta concreta para que los porteños vivan más seguros. Nos importa mucho más resolver que discutir. Y lo que tenemos que hacer es terminar la cárcel”, dijo Jorge Macri.
El Jefe de Gobierno supervisó la reanudación de las obras del Nuevo Centro Penitenciario Federal VII de Marcos Paz, que permitirán trasladar presos alojados en las alcaidías porteñas y en la cárcel de Devoto.
“La obra se había suspendido por la mala relación que había con el Gobierno de Alberto Fernández, que nos complicó la vida porque no se llevaban los detenidos en las comisarías y en las alcaídas de la Ciudad. Ahora vamos a tener mayor capacidad para alojar detenidos y en un tiempo sacar la cárcel de Devoto, un anhelo del barrio y de toda la Ciudad”, sostuvo el Jefe de Gobierno en Marcos Paz, en el oeste del conurbano bonaerense.
Lo acompañaron los ministros de Seguridad, Waldo Wolff; de Infraestructura, Pablo Bereciartua, y de Justicia, Gabino Tapia, y el secretario de Seguridad, Ezequiel Daglio. Está previsto que los trabajos finalicen a fin de año.
“Hoy nuestras comisarías y alcaidías están llenas de detenidos por delitos federales: 9 de cada 10 detenidos no deberían estar ahí, sino cumpliendo sus condenas en cárceles como ésta. Las comisarías y alcaidías no son lugares de permanencia. Esto no sólo pone en riesgo a los policías y al personal, también afecta la seguridad y el bienestar de los vecinos”, señaló Jorge Macri. Una vez terminada la obra y que se autorice el traslado de los presos del penal de Devoto a Marcos Paz, la Legislatura porteña definirá el uso que se le dará a los terrenos comprendidos por las calles Pedro Lozano, Desaguadero, Nogoyá y Bermúdez, en la Comuna 11.