El juzgado porteño de feria 2 dictó una medida precautelar al Gobierno de la Ciudad para que suspenda el permiso de demolición de una antigua casona situada en el barrio de Parque Chas hasta tanto pueda dilucidar el valor patrimonial del inmueble.
La medida otorga cinco días a las autoridades porteñas para que justifique la autorización para la remoción de la propiedad y requiere que presente las “las actuaciones administrativas vinculadas con el permiso de demolición y toda otra actuación relacionada al inmueble referido, y a su catalogación como bien protegido”.
De esta manera, la justicia hizo lugar a una acción de amparo impulsada por la organización Basta de Demoler y el Observatorio del Derecho a la Ciudad sobre el chalet situado en la esquina de La Pampa y Ávalos.
Según manifestaron, la propiedad es el último chalet que quedaba intacto del proyecto urbano ideado por Vicente Chas hace casi 100 años. En rigor, el inmueble fue adquirido por una inmobiliaria de la zona que tramitó la demolición para levantar allí una nueva construcción que tendrá planta baja y dos pisos.
Desde los últimos días de diciembre, los trabajos de demolición comenzaron y hasta este lunes 6 ya había desaparecido el techo de la casona y parte de las paredes de uno de los laterales que da sobre la calle La Pampa.
En el dictamen, la fiscal de primera instancia Marcela Monti consideró que “de la demanda surge que la DGROC habría detectado que el inmueble de referencia se encuentra afectado al cumplimiento de lo dispuesto en la causa “Basta de demoler” por tratarse de un edificio construido con anterioridad a 1941, y que, por ello, procedió a darle intervención al CAAP para su evaluación”.
“En ese sentido, advierto que, en el supuesto de confirmarse que la registración de los planos del referido inmueble haya sido realizada con anterioridad al 31/12/1941 y que el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales no haya resuelto de manera expresa e individualizada que no reviste valor patrimonial, todo permiso de demolición o de obra nueva importaría un incumplimiento de la sentencia definitiva”, remarca.
Y concluye: “Así las cosas, considero que, en atención a las circunstancias denunciadas y la naturaleza de los derechos reclamados, el tribunal debería declarar admisible a la presente acción de amparo colectivo en los términos arriba delineados”.
A su turno, el juzgado de feria determinó que “en atención a lo sostenido en el escrito de inicio y lo reseñado en el dictamen fiscal, y a partir de lo regulado en el artículo 186 del CCAyT es menester ordenar como medida precautelar a la demandada GCBA que de modo inmediato se suspenda toda autorización o permiso de demolición y de trabajos constructivos en el predio sito en la calle Ávalos 1780 esquina La Pampa 5204 de esta Ciudad”.
“La medida dispuesta en el párrafo anterior tendrá vigencia hasta tanto la accionada dé respuesta al requerimiento, tome intervención el Ministerio Público Fiscal, y el tribunal se expida acerca de la protección anticipada solicitada en el escrito de inicio”, agrega.
Poco antes del inicio de la demolición, vecinos de Parque Chas realizaron un “abrazo” en defensa del chalet. Y relataron parte de la historia de aquella construcción.
“Fue en 1925, con el auge europeo de los barrios parque derivados de la idea de ciudad jardín del inglés Howard, que el doctor Vicente Chas logró aprobar en el Concejo Deliberante la Ordenanza que autorizó el trazado laberíntico que lo caracteriza. A partir de ahí, siguiendo los preceptos europeos, realizó en 1926 un loteo sobre el sector norte del barrio con edificaciones a construir con estos parámetros (estableció una serie de exigencias como la de dejar 3 m de jardín al frente, prohibir la construcción de negocios en el interior del barrio, etc.), con una impronta pintoresquista que acentuaba las características residenciales. Ofreció 100 lotes a la venta, en los cuales se construyeron alrededor de 80 chalets. El proyecto era de los arquitectos Zapiola, Acosta y Froio, los mismos que diseñaron y construyeron por esos años numerosos chalets de estilo inglés, muchos de ellos en City Bell para la desarrolladora de José P. Guerrico, creador de la ordenanza de barrios parque en la ciudad de Buenos Aires. Con el correr del tiempo todos los chalets fueron sufriendo modificaciones, salvo el de la esquina de Ávalos y La Pampa. Con una gran visibilidad debido a su ubicación, es el último bastión que nos recuerda ese primer gran loteo. El folleto de propaganda de esa gran venta justamente mostraba el modelo elegido para esa esquina”.
En ese marco, destacaron como “llamativo también tanto apuro del propietario en demoler la construcción, ya que no posee ningún tipo de autorización a construir aún. Apenas se ha presentado una consulta a la Dirección General de Interpretación Urbanística, por ser una urbanización especial (U39), dadas las características del barrio ya mencionadas. Estimamos que quieren borrar toda huella de nuestra memoria para poder así plantar una edificación maciza como las que pululan ya en cualquier barrio de esta ciudad”.