En el marco del cuadragésimo aniversario del retorno democrático en Argentina, el Sumo Pontífice aceptó recibir esta distinción destinada para quienes contribuyen desde su tarea en la defensa de los derechos humanos.
“La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires tuvo el enorme orgullo de que el Papa Francisco haya aceptado recibir el premio Alicia Oliveira 2023, por su incansable trabajo en la defensa de los derechos humanos y por su lucha contra la desigualdad”, dijo el organismo a través de un comunicado.
De la ceremonia participaron la Defensora del Pueblo porteña, María Rosa Muiños; el Vicario Episcopal para la Pastoral en Villas de Emergencia, Monseñor Gustavo Carrara; el sacerdote de la Parroquia “Cristo Obrero” del Barrio “Carlos Mugica”, Ignacio Bagattini, más conocido como “Padre Nacho”; y el sacerdote en la Parroquia “Nuestra Señora de Caacupé” de la Villa 21–24 de Barracas y Barrio Zavaleta, Lorenzo de Vedia, más conocido como “Padre Toto”.
También el sacerdote de la Parroquia “Nuestra Señora del Carmen” de la Villa 15, Gastón Colombres, más conocido como “Padre Tonga”; el sacerdote en la Parroquia “San Roque González y Compañeros Mártires” de Villa Palito, Carlos Olivero, más conocido como “Padre Charly”; el sacerdote en la Capilla “Nuestra Señora del Milagro” y la Parroquia “San Juan Bosco” de Villa La Cárcova, 13 de Julio y Villa Curita, José María Di Paola, más conocido como “Padre Pepe”.
Y el sacerdote de la Parroquia “Virgen Inmaculada” en Barrio Fátima (Villa 3) y Barrio Ramón Carrillo, Padre Adrián Bennardis; y el sacerdote de la Parroquia “Santa María Madre del Pueblo” del Barrio Ricciardelli, Padre Pedro Cannavó.
“Quiero agradecer sinceramente a la Defensora del Pueblo, María Rosa Muiños, por la entrega del premio Alicia Oliveira a los defensores y defensoras de derechos humanos”, dijo el Papa Francisco en el video que envió a la Defensoría como agradecimiento por el galardón que recibió.
“No soy adepto a recibir premios a distancia; Pero decidí hacer una excepción por el recuerdo de Alicia (Oliveira), por la amistad que nos unió durante tantos años. Este premio tiene para mí un valor especial, porque supone un reconocimiento en la defensa de los derechos humanos”, agregó.
Por su parte, Muiños sostuvo: “Siempre trato de que mi voz y la de la institución sea de esperanza y de lucha. Espero que esta jornada sirva para eso. Para no sentirnos solos y solas en esta pelea. Y sepan que acá vamos a estar para lo que haga falta”.
Uno de los discursos más emotivos fue el de María José Sarrabayrouse Oliveira, investigadora del Conicet e hija de Alicia Oliveira: “La decisión de que el premiado sea Francisco no solo me parece acertada en este contexto, sino que es una reivindicación histórica”, dijo y concluyó: “No hay que pasar por la vida inadvertidos y silenciosos, hay que dejar huella y hacer mucho ruido. Eso nos diría hoy Alicia”.