La prestigiosa Panadería “La Espiga de Oro” de Longchamps celebró el jueves 31 de agosto sus primeros 100 años de vida y en ese marco Mariano Cascallares compartió un encuentro con los vecinos y con los propietarios del tradicional comercio, a quienes les entregó un reconocimiento por su compromiso y arraigo con la comunidad.
Pedro Alfonso García, propietario del lugar, su esposa Marta y su hija Milagros recibieron con emoción la distinción otorgada por la Comuna, a través del Honorable Concejo Deliberante que declaró de interés municipal el 100 aniversario de la fundación del emblemático comercio, que aún conserva intacto sus orígenes y siempre funcionó en el mismo lugar sobre la calle Rivadavia al 1400 de Longchamps.
En la ocasión, Cascallares no solo felicitó a los dueños de la querida panadería barrial sino que agradeció su labor, empuje y permanencia durante tantos que años en nuestro distrito.
Además, mantuvo un cordial diálogo con vecinas y vecinos, clientes del lugar, que atesoran recuerdos y anécdotas con quienes mantuvieron vivo el tradicional local destacado por la calidad de su producción artesanal y cocción a leña.
La panadería abrió sus puertas el 31 de agosto de 1923 de la mano de José Benito Ramírez, de profesión banquero; y a él le siguieron los abuelos, padres y hermana de Pedro García, quien hoy sigue con orgullo el legado familiar, con una tarea que ha permitido que varias generaciones de brownianos pasaran por sus mostradores y que aún sigan eligiéndolos.