Vecinos de Parque Patricios rechazaron hoy la
decisión del Gobierno porteño de instalar el "Memorial para las víctimas
en la pandemia de Covid-19" en el Parque Florentino Ameghino, al
considerar que la obra afectará al valor histórico y arqueológico del espacio
ya que, a mediados del siglo XIX, alojó al antiguo Cementerio del Sud, que
recibió a los fallecidos por la epidemia de la fiebre amarilla.
“Queremos que preserven nuestro parque patrimonial
porque el monumento que se proyecta es de grandes dimensiones y va a alterar la
lógica del lugar”, dijo a Télam María Rosa Gamondés, vecina e integrante del
Consejo Consultivo de la Comuna 4, en relación a la iniciativa oficial para
emplazar el memorial en el sur capitalino.
La propuesta, en rigor, ya cuenta con una primera
sanción de la Legislatura porteña, donde la semana próxima está prevista la
audiencia pública para que la ciudadanía exprese su opinión al respecto, antes
de su aprobación final en el recinto de sesiones.
El reclamo del grupo barrial no refiere al homenaje
a las víctimas de la pandemia, sino al sitio elegido por el Gobierno porteño,
ya que comprende al parque Ameghino -delimitado por las calles Monasterio,
Santa Cruz, Caseros y Uspallata- y la obra prevista “que tendrá una superficie
aproximada de 2.200 metros cuadrados de pisada”.
“La decisión de intervenir en esta área surge como
continuidad de las políticas de revitalización del área sur de la ciudad que se
vienen llevando a cabo de los últimos años, así como también la caracterización
del entorno como un área vinculada a la salud, debido a la presencia de
hospitales”, sostiene el proyecto del legislador oficialista porteño Emmanuel
Ferrario.
La vecina de Parque Patricios, en tanto, precisó que
se enteraron del tema “de manera fortuita” dado que no existió ninguna
comunicación al respecto en la Comuna y consideró que los legisladores que
dieron la primera aprobación "lo hicieron sintiendo que era una causa
noble”.
“Nuestra consigna no es contra el memorial, sino que
no entendemos el porqué la elección de este lugar que tiene un alto valor
histórico, paisajístico y arqueológico,", explicó, y agregó que la demanda
también es "en defensa del patrimonio arbóreo y de la superficie
absorbente que se van a perder por esta obra gigantesca”.
El predio funcionó como sede del cementerio del Sud
que recibió a las víctimas de la epidemia de la fiebre amarilla entre 1867 y
1872, cuando fue clausurado.
Ya en 1920 se transformó en el parque Ameghino y, de
acuerdo al relato de algunos vecinos con más años de residencia en la zona, en
la década del 40 encontraron restos de ataúdes y huesos humanos durante
trabajos de remodelación.