Mediante la realización de un juicio abreviado que llevó adelante la Fiscalía PCyF 34 a cargo de la Dra. Adriana Bellavigna con el apoyo del Cuerpo de Investigaciones Judiciales, se logró la imputación de Ariel Fortuna y Alejandro “Kili” Chana, uno de los jefes de la barra, informó el gobierno porteño.
Ambos estaban cumpliendo arresto domiciliario en el marco de la prisión preventiva dispuesta desde febrero por los hechos de violencia sucedidos entre dos facciones de la barrabrava de Nueva Chicago en febrero pasado en un partido ante Temperley en las tribunas del estadio de Mataderos.
Además de la prohibición para ingresar a estadios de fútbol, Fortuna fue condenado a 1 año y 5 meses de prisión y Chana, a dos años de efectivo cumplimiento. Por su parte, la fiscalía informó que su hijo, Alejandro “Kilito” Chana, se encuentra prófugo y tiene pedido de detención.
Entre los delitos más graves, Chana y Fortuna - que reconocieron los hechos y aceptaron los cargos imputados por la fiscalía - están acusados por instigación, facilitación o promoción a la formación de grupo destinado a la comisión de delitos en el marco de espectáculos deportivos, por lesiones graves, golpiza a dos víctimas identificadas y agresión con armas blancas.
La causa tramita en el Juzgado PCyF 3, a cargo de la Dra. Carla Cavaliere. Si bien los imputados solicitaron mediante audiencia que no se les impusiera la inhabilitación perpetua para ingresar a la cancha de Nueva Chicago, la jueza no hizo lugar a dicho pedido.