En un operativo que inaugura un nuevo frente de batalla en la protección de la ciudadanía ante delitos que afectan la salud pública, la Fiscalía de la Ciudad desbarató dos depósitos clandestinos en los que almacenaban más de diez mil cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás productos para su uso.
El resultado es consecuencia de una investigación emprendida por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cargo de Blas Matías Michienzi, en el marco de la comercialización de dispositivos y sustancias prohibidas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación.
“Se incautaron elementos técnicos de almacenamiento de datos y documentación que permitirá avanzar sobre la estructura total de la organización ilegal que desarrolla estas prácticas ilegales que ponen en riesgo a la salud pública”, señaló el Fiscal Michienzi. Asimismo, refirió que los inmuebles allanados fueron clausurados por la Dirección General de Fiscalización y Control de la Ciudad, por no cumplir con las mínimas condiciones de funcionamiento, seguridad e higiene.
El operativo tuvo una primera etapa de investigación en la que se inspeccionaron unos diez locales donde se comercializaban estos dispositivos y sus recargas. Como producto de estos procedimientos se secuestró mercadería y se imputó al personal a cargo por infracción del artículo 79 del Código Contravencional (Ejercer ilegítimamente una actividad). En una segunda fase más compleja del operativo se individualizaron sendos domicilios desde los que se proveía la mercadería en cuestión, en los barrios porteños de Recoleta y Puerto Madero.
Entre las personas identificadas en los locales y en los depósitos, la Fiscalía imputó alrededor de veinte personas por infringir el mencionado artículo. Actualmente el Fiscal investiga el circuito de importación de estos dispositivos cuyo uso, de acuerdo a información reciente, sólo en los Estados Unidos causó más de 33 muertes y alrededor de 1500 casos de enfermedades de gravedad.