El jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, junto al ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación, Rogelio Frigerio, inauguraron la nueva sede del Archivo General de la Nación en Parque Patricios, en el edificio donde antes funcionaba la Cárcel de Caseros.
"Ésta es una de las mayores y mejores sedes de América Latina, lo que representa un orgullo para la Ciudad en general y para el barrio en particular”, sostuvo Miguel.
El Archivo General de la Nación, uno de los principales repositorios de Latinoamérica, conserva documentos escritos, fotográficos y audiovisuales de los últimos 500 años de la historia pública y privada del país. Su objetivo principal es el de reunir, ordenar y guardar esta documentación para difundir su contenido.
Además, el Jefe de Gabinete apuntó que “el resultado de las obras es impresionante”, y expresó: “Éste es un paso en la consolidación de la transformación de la vieja Cárcel de Caseros, porque en este edificio también funcionarán el Ministerio de Economía y Finanzas porteño y la Administración General de Ingresos Públicos (AGIP)”.
En esa línea, agregó que "120 personas van a estar trabajando en la nueva sede del Archivo y más de 4.500 en todo el complejo".
"Seguimos impulsando el desarrollo en la zona sur de la Ciudad", completó Miguel.
Frigerio, en tanto, dijo que "esta obra se esperó un cuarto de siglo", y destacó: “En 2016, por decisión del presidente Mauricio Macri, Argentina se empezó a ocupar de preservar lo que fuimos y lo que somos, una tarea fundamental para cuidar nuestro futuro”.
El Archivo General se distribuirá en dos plantas: en la planta baja estará el programa de acceso público y registro, áreas de exposición, recreación y expansión, además de un salón de usos múltiples y varias aulas. En la planta alta, en cambio, habrá una sala de referencia y otra de consulta.
La obra de infraestructura en el nuevo edificio mantuvo la fachada y el anillo externo por ser considerado patrimonio histórico de la Ciudad.
El edificio donde funcionaba la Cárcel de Caseros fue proyectado por los arquitectos Carlos Altgelt, Pedro Benoit, Juan Martín Burgos y Valentín Balbín, y se terminó de construir en 1877. La cárcel cerró sus puertas definitivamente en 2001