La Universidad de Buenos Aires rindió homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA, ocurrido en 1994, en el marco de la inauguración de las obras pintadas sobre los laterales del edificio del Hospital de Clínicas, donde fueron trasladados cientos de heridos por ataque.
"Todos los que pertenecemos a la gran comunidad de la UBA, año tras año, bregamos por mantener viva la memoria y buscar la justicia que merecen las víctimas. Hoy recordamos que, ante esas circunstancias, todos salieron a socorrer, todos se hicieron uno para salvar vidas, y llevaron en esa actitud los más nobles ideales del estatuto universitario, y de lo que son los principios de nuestra universidad. Por esta plaza pasan alrededor de 120 mil estudiantes por semana", expresó el rector de la UBA, Alberto Barbieri, en el acto. La obra de los murales en el hospital nació de una iniciativa de la AMIA para rendir homenaje a las víctimas y destacar la asistencia brindada por el personal de la institución luego del ataque.
Consta de tres piezas realizadas en las paredes laterales del edificio, orientadas a la calle José Evaristo Uriburu, y forma parte del proyecto “Corredor de la Memoria” impulsado por la Asociación Mutual Israelita Argentina para recordar aquel 18 de julio de 1994 a través de distintas acciones artísticas.
El tríptico está compuesto por una primera pieza, creada por "El Marian", que representa la tragedia que se vivió aquella mañana del 18 de julio 1994. El segundo mural, realizado por Martín Ron, es un homenaje al trabajo del hospital público en ese momento crítico. Mientras que la última representación, de Mariela Ajras, hace referencia al encuentro humano en el ejercicio de la memoria y a la renovación del pedido de justicia. La idea y curaduría del proyecto estuvo a cargo de Elio Kapszuk, director de Arte y Producción de AMIA.
Durante el acto, el presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum, destacó que “Es muy conmovedor y movilizante estar inaugurando estos murales hoy, a 25 años de una herida que todavía está abierta. A partir de ese momento nuestra entidad tuvo que añadir a su agenda otros objetivos, además de brindar ayuda a quien lo necesite: la búsqueda de justicia, la educación contra el trabajo corrosivo del olvido, hoy hay toda una generación que ha nacido sin memoria vivencial de lo ocurrido, y tenemos un compromiso con eso, tanto con la memoria como con la justicia”.
Y agregó: “mientras mantengamos estas acciones de arte y memoria, y estemos juntos en el reclamo por justicia, vamos a lograr una democracia con una justicia efectiva, que condene a los responsables de los delitos. Una democracia sana”. Así como hemos visto la barbarie, la tragedia; también hemos visto muchísima solidaridad, por eso a los médicos, trabajadores de salud, bomberos, rescatistas y toda la gente que colaboró y mostró su nobleza, también va nuestro homenaje.”
Además, el médico responsable de la guardia el 18 de julio de 1994, Dr. Luis Saroto, remarcó que “hubo, para toda la comunidad del Clínicas, un antes y un después a esa tragedia. Nos cambió la vida, y por eso estos murales nos hacen mucho bien a quienes lo vivimos, nos hacen recordar esas horas de asistir, de ayudar intensa e incansablemente, de abrazar familiares, y que hay que luchar para que estas cosas nunca más ocurran, pero también nos llena de alegría ver ese lazo que generamos con la AMIA después de esta tragedia”.