La Fiscalía de la Ciudad ordenó la clausura de un local del barrio porteño de Mataderos, en el que se encontraron más de 3.000 kilogramos de carne no apta para consumo.
La Unidad Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) intervino este jueves 14 de marzo, en un procedimiento preventivo de la División Delitos Contra La Salud de la Policía de La Ciudad, quienes en horas de la mañana advirtieron a una camioneta que luego de la carga de mercaderías egresaba de un establecimiento ubicado en la calle Eugenio Garzón al 5900, barrio de Mataderos.
Al advertir las condiciones del establecimiento, el personal policial detuvo la marcha de la camioneta y al solicitarle la documentación del vehículo constataron que carecía de permiso para el transporte, y muchos menos de sustancias alimenticias. Al procederse a la apertura de la carga se advirtió un aproximado de 600 kilogramos de carne que estaba siendo transportada sin permiso, y además en muy malas condiciones de higiene, evidenciando las condiciones inadecuadas para su comercialización.
Como consecuencia, el Fiscal Matías Michienzi, a cargo de la UFEMA, dispuso en primer lugar la inspección del establecimiento desde el cual se había observado la carga de la camioneta, con la correspondiente intervención de los organismos de control y fiscalización (Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria y Dirección General de Fiscalización y Control). La inspección determinó que el lugar funcionaba sin ningún tipo de habilitación y además carecía de las mínimas condiciones de higiene y seguridad y de protección ambiental, razón por la cual se ordenó en forma inmediata la clausura de todo el establecimiento.
El fiscal Michienzi dispuso imputar a la persona a cargo del establecimiento por el ejercicio ilegal de una actividad (art. 77 del Código Contravencional) dado que en primer lugar la mercadería era transportada sin los correspondientes permisos de carga y transporte de mercaderías, y además debido a las condiciones del lugar y del estado de las mercaderías. Ante esta contravención y encontrándose afectadas condiciones de seguridad pública dispuso la clausura preventiva y el secuestro de los más de 3.000 kilogramos de mercaderías para su inmediata destrucción para evitar que sean puestos en circulación y su consecuente comercialización.
El fiscal Michienzi destacó la importancia del procedimiento y señaló que “gracias a la tarea de prevención del personal policial, no solo se pudo detectar el funcionamiento de este frigorífico ilegal, sino que además se comprobó que la mercadería en mal estado no apta para el consumo era puesta en la cadena de circulación y comercialización llegando a nuestros hogares poniendo en riesgo a nuestras familias, dado que esa mercadería como se constató es de severo riesgo para la salud humana”.